Bossa Nova
(de Suite Latino-Americana)
Esta composición tiene un gran significado emocional para mi. Originalmente era una obra que quería dedicarle a mi madre pero la vida tuvo otros planes. Mi intención al escribir una obra para flauta y guitarra era originalmente la de competir contra la popularidad de “L’histoire du Tango” de Piazzola la cuál es una gran obra para flauta pero yo diría que sobretodo para guitarra. A la flauta le sobre la buena música escrita para ella pero la guitarra es un instrumento que todavía está construyendo un repertorio robusto. Se le empezó a tomar en serio como instrumento de música clásica durante el siglo XX. Por lo tanto yo sabía que si quería que la obra tuviera un futuro, necesitaba componer una gran obra de guitarra en primer lugar y en Segundo una buena obra para flauta. Nunca hubiera podido escribir esta obra sin el apoyo y ayuda de la fantástica Alberta Khoury.
Para aquellos de ustedes que no están familiarizados con la composición musical, la guitarra es considerada como el instrumento para el cual es más difícil componer si no se es guitarrista. El hecho de que tenga 6 cuerdas hace que haya un sin número de maneras de tocar la misma cosa y el número de acordes posibles va más allá de mi comprensión. Debido a que la mayor parte de obras importantes para el instrumento fueron compuestas por guitarristas, la mayoría están muy bien escritas. Lo malo de esto es que cualquier obra para guitarra que no esté muy bien escrita va a ser muy rara y a la mayoría de guitarristas no les interesará tocarla. Originalmente, esta obra estaba escrita en una tonalidad muy incómoda para la guitarra y como no toco el instrumento, no lograba entender porqué asustaba tanto a los demás guitarristas con quien había trabajado. Alberta es un guitarrista de nivel internacional y sabia que sí había algo que ella no pudiera o quisiera hacer, lo mejor sería eliminarlo. Convencerla de leer la obra en su versión original fue difícil, su cerebro simplemente rechazaba la abundancia de bemoles así que decidí cambiar la obra a Re mayor, una tonalidad mucho más cómoda y resonante para la guitarra. Con eso, todo se volvió fácil. En el pasado me había resistido mucho a este cambio, es chistoso como los artistas se casan con ideas o detalles que no son tan importantes. Después de ese cambio, la colaboración de volvió muy productiva.
Alberta y yo intercambiamos muchas ideas y ambos nos involucramos mucho en la obra. Esas sesiones creativas han sido de las mejores en mi vida. Además de la colaboración, Alberta y yo comenzamos a salir en septiembre de 2019 y trabajamos juntos hasta que grabamos la obra en diciembre. Es una de mis grabaciones favoritas, nacida entre amor y una verdadera devoción a la música, todo se puede escuchar en la grabación. Alberta y yo eventualmente terminaríamos nuestra relación pero esta obra siempre será un símbolo de amor juvenil para mi que siempre me llevará a mi tiempo con ella. La grabación que se puede encontrar en SoundCloud tiene una foto de un mosaico de Talavera (artesanía mexicana) que tiene un dibujo de un pajarito. A Alberta la llamaba “pajarito” y esa obra es la canción que cantaba para mi.